
PUESTA EN CLARO
De Griselda Gambaro
Acerca de una propuesta sobre el texto de la autora y sobre un montaje posible.
Por primera vez tengo la posibilidad de plantearme la dirección de un texto de esta autora inmensa que siempre me conmovió al leerla o al ver su palabra puesta en pie en algún escenario.
La primera lectura de la obra estuvo marcada por un profundo respeto, que convengamos Gambaro se merece, a cada acotación, cada palabra, cada sonido, cada tiempo y efecto que me provocaba, la respiración que la autora imprimió.
Luego fui sumando mi mirada, otra y releyendo las posibles imágenes que iban apareciendo desde mi subjetividad como lector intencionado, ya que me proponía su montaje escénico.
Encontrar una hipótesis propia.
La obra creo, juega con elementos del absurdo y de un grotesco diría rioplatense. La situación planteada de por si y muchos giros y maneras de decir de los personajes me sugieren eso.
Me interesa capturar y trabajar esto desde la imagen y desde el recuerdo de ese estilo de actuación propio de nuestros grandes actores del 40 y el 50.
Trabajarlo tanto en la verbalidad como en los cuerpos y en los movimientos que planteo al grupo de actores. Pensamos en un abanico que va desde Mecha Ortiz hasta Dringue Farías.
Jugamos a eso para que la parodia se vuelva orgánica en nosotros y de alguna manera no deje de serlo.
Otra idea que se suma es la de la violencia latente o explicita por momentos, con la que los personajes se tratan. Nada es sutil y si algo lo es debería quedar como algo ficticio o como algo difícil de sostener porque son seres en un estado primario, salvaje diría. Estimulo y reacción. No hay matices.
Ningún tamiz filtra o vela lo que sienten. Actúan desde la barbarie podríamos decir o de lo que por esta entendemos. Siete animales encerrados en una jaula con arquitectura de hospital.
En ese espacio, planteado apenas por mínimos elementos, hacen y deshacen una historia o la actuación de una ficción donde ser y jugar a ser se confunden.
Desde esa perspectiva abandono la idea de un espacio a la italiana y me acerco a uno con las características del teatro a la isabelina donde el publico quede aun mas involucrado.
Encuentro alguna arista de la obra que me remite a tragedia shakesperiana.
Realidad y simulación. Dejar abierta esa pregunta o intentar no quedarse solo en esa opción binaria. Teatro dentro del teatro.
El escenario como una sala de operaciones donde cada uno trata de subsistir y donde el poder circula en un territorio donde victima y victimario pueden llegar a ser uno solo.
Clara es una mujer que busca alguna forma de redención, acosada por esos otros que apenas pueden ofrecer un futuro incierto o uno que no existe ni siquiera para ellos.
Los roles se transponen o se imponen en esa “familia” que Gambaro propone donde nos refleja a todos domesticados ante el horror o sometidos ante él.
"Puesta en claro", en este momento es un espacio latente, permeable, un territorio de busqueda.
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